jueves, 14 de noviembre de 2013

¡Qué maravilla Londres!

Entre penas y alegrías inauguro esta nueva etapa de nuestro blog y esta nueva temporada de nuestra amistad. Penas porque me vengo yo a Londres a que tú no estés y alegrías porque oye, al fin y al cabo a ninguno de los dos nos va tan mal, que es lo que importa. 

Aunque cuando fui a visitarte a Madrid me volví a casa con un poco de pena porque sabes que tengo muchas ganas de volver a vivir allí desde que me dio por dejar la capital del reino, creo que una temporadita en Londres no me va a sentar nada mal, además de que este 2013-2014 se me presenta lleno de proyectos.

Ahora es cuando te toca a ti hablarme de todas las cositas guays que puedo hacer en Londres, porque así de primeras la ciudad se me presenta demasiado grande y llevo dos semanas bastante perdida. Lo primero que necesito es organizarme: tengo que aprender a manejar mi tiempo aquí porque ya que he tenido la suerte de encontrar un trabajo que me deja bastante tiempo libre, quiero aprovecharlo. 


Y lo segundo que necesito es echarme un novio que me saque a cenar por Londres porque, te cuento porque no lo sabes, a no ser que hayan sido otros los que te lo han contado, en la casa en la que vivo en Londres la comida es mierda pura. Resulta que estoy cuidando a un niño que es alérgico a todo lo que te puedas imaginar así que la madre hace la compra en función de lo que el niño puede comer, que es bastante limitado y además, bastante asqueroso. Encima, para que no haya problemas con las alergias, es la madre la que cocina, así que si me encuentro un poco vaga, que es el 95% de las veces, ceno lo mismo que cena el niño y me sabe a culos de elefantes. 

Total, que ya que la comida no me va a dar la felicidad en esta nueva aventura mía, pues necesito un hombre que me la dé, y punto y se acabó. Y quien dice uno, dice varios, la cosa es que se ocupe la plaza. Porque si no me va a pasar como en EEUU y no queremos eso, que por no comer para no ser más gorda y por no encontrar hombre que me sacara a cenar acabé enganchada a las compras por Amazon, y no voy a permitir que eso vuelva a pasar.