jueves, 27 de septiembre de 2012

Mi estómago me falla

¡Ya estoy instalada! Bueno, más o menos, porque mi vida ha cambiado tanto estos días que mi cuerpo también lo ha hecho, y ahora resulta que transformo mis nervios en un grandísimo dolor de estómago, y hoy era tal ese dolor que me moría al agacharme y volver a levantarme para ir cogiendo cosas de la maleta y colocarlas, así que solo he sacado la mitad. 

Para que te hagas una idea, llegué a NYC el lunes y me instalé en un hotel para asistir al seminario sobre cómo ser una buena aupair y bla bla bla lo que viene siendo un coñazo. Aunque antes de coger el avión estaba nerviosa, los verdaderos nervios me entraron cuando estábamos aterrizando y podía ver Nueva York desde el avión. Fue como ¡¡¡¡¡DIOOOOOSSSS, ESTOY AQUÍ!!!!!

Me puse tan nerviosa que me empezó a doler el estómago, como si lo tuviera revuelto, pero no le di más importancia. Llegamos al hotel, nos dieron nuestra habitación y nos dijeron que podíamos salir a cenar. Pues verás qué bien: fuimos a un centro comercial que tenía como una gran rotonda en medio que estaba llena de restaurantes. La rotonda era el centro y todas las plantas del centro comercial daban a ella. Nos pedimos algo para cenar, nos sentamos, y entonces yo pegué un fuerte trago a mi coca cola porque tenía mucha sed. Enseguida noté cómo se apoderaban de mí unas tremendas ganas de vomitar, así que me disculpé delante del grupo de españoles y me fui corriendo al baño. No llegué al baño. Vomité en todo el medio del centro comercial delante de un montón de gente que estaba cenando. Como ves, entré muy bien en los Estados Unidos.

Después esa noche fue horrible. Estaba con dos chicas más en la habitación del hotel y me tuve que levantar tres veces a lo largo de la noche para vomitar mientras sabía cómo ellas estaban en sus camas escuchándome. Fue horrible. Pero afortunadamente al día siguiente se me pasó... hasta hoy. Hoy he pasado por el día más nervioso de mi vida. Es que ahora miro al pasado y me doy cuenta de que los nervios que yo solía sentir eran puta mierda porque hoy he flipado. Y por supuesto, los vómitos han vuelto. 

Así que no solo fui la vomitona del grupo de au pairs en el seminario en el hotel sino que ahora también voy a ser la vomitona en esta familia. Bonita carta de presentación. Pero bueno... no queda más que resignarse e intentar calmarse.

Por todo lo demás, Nueva York es increíiiiible. He flipado con Times Square. 



domingo, 23 de septiembre de 2012

¡BUEN VIAJE!

A partir de mañana habrá un perra menos en España y una estrella más en USA!!



¡MUCHA SUERTE!

miércoles, 19 de septiembre de 2012

¡Que sea ya lunes!

Hoy vengo de bajona absoluta. Bueno, bajona no, más bien estrés mezclado con nervios mezclados con impaciencia. No sé cómo hace apenas unos días me tomaba esto con una tranquilidad absoluta y sentía que las cosas iban pasando según tenían que pasar y no había nada de lo que preocuparse. Ahora mismo siento que estos últimos días están siendo de mucho trajín, que todavía me queda mucho más movimiento para estos próximos días y, lo peor de todo, es que me siento superdébil.

Siento que no soy capaz de desconectar, que mi mente siempre está dándole vueltas a algo y que eso me cansa mucho, física y mentalmente. Me cuesta dormir por las noches, y para mí dormir es algo fundamental, no soy ese tipo de jovencita que una noche duerme tres horas y al día siguiente está como si nada, y lo peor de todo es que tengo un poco de miedo.

Me ha entrado el miedo a una nueva vida laboral. Llevo más de un año sin ir a trabajar, aunque quizás este último año como opositora se haya considerado, de alguna forma, un trabajo, aunque con unos horarios muy flexibles, porque si un día me quería quedar media hora más en la cama, me quedaba, y si un día estaba cansada y me iba una hora antes a casa, me iba. Pero ahora va a ser diferente, ahora no puedo desatender mis responsabilidades aunque esté cansada, aunque haya dormido mal, aunque me duela la cabeza o aunque me apetezca hacer otras cosas. No puedo desatender a unos niños que dependen de mí porque entonces morirían. Esos son mis pensamientos ahora mismo.

Por otro lado, estoy ya de despedidas hasta el gorro. Te he leído que cuando tú te fuiste a Londres no quisiste dejar a nadie sin decir adiós. Yo ahora mismo mandaría a todo el mundo a tomar por el culo y me encerraría en mi habitación hasta el domingo por la noche, que hay Cuarto Milenio y tengo que salir al salón a verlo. De repente todo el mundo quiere decirme adiós. Gente que, te soy completamente sincera, no me importa una mierda, me llama todos los días y me dice que a ver si nos tomamos un café. Y a mí ya no me apetece. Estoy harta de contar mil veces la misma historia y obtener siempre la misma respuesta, que encima siempre es buena, todo el mundo me anima, me dice que me va a ir muy bien y me desea suerte, pero yo ya me cansé. 

Además no estoy sintiendo las despedidas, si te digo la verdad, como si realmente lo fueran. En el mundo en el que vivimos hoy en día puedes sentir cerca a personas que tienes a miles de kilómetros, igual que puedes sentirte sola (como me ha pasado a mí en este último año de mi vida) en un lugar donde estás rodeada de tu gente. Me despido de algunas personas siendo totalmente consciente de que van a seguir ahí, que seguiremos hablando y que cuando nos volvamos a ver todo va a seguir igual, con lo cual, no me da pena ninguna y es todo como un poco falso, al menos por mi parte.

Lo único que me da una pena horrible nivel "no sé si voy a ser capaz de hacer esto" es tocar por última vez con mi banda. Este finde tenemos dos actuaciones. Bueno, qué digo actuaciones. Tenemos dos procesiones, que es mucho mejor, y la verdad es que no me siento ni con fuerzas ni con ganas de ir. Ahí es donde siento de verdad que me voy, que mi vida va a cambiar. Que se acabaron las procesiones y los Maters Meas. Eso es lo único que me duele dejar atrás. Pero dolor de abrírseme el alma y querer tirarme al suelo y hacer la cucaracha boca arriba.

Pero por lo demás, necesito, y lo necesito de verdad, que sea ya domingo a las doce de la noche, que intente dormir y no pueda, que me despierte a las cinco de la mañana para ir a barajas, que coja el avión y que por fin pueda decirme: "se acabó".

domingo, 16 de septiembre de 2012

Quemando naves...

Recuerdo que esa era la expresión que más utilicé en Diciembre del año pasado. 
Como bien recordarás, mi viaje a Londres estaba marcado para mediados de enero y yo decidí vivir todo el mes de Diciembre como una gran despedida de todo y de todos. No quería que me quedara nadie sin al menos dar dos besicos. Era una sensación extraña porque veía que mis amigos empezaban a hacer planes para el nuevo año pero yo ya no estaría ahí para participar de ellos. Llegó a obsesionarme tanto la idea de no volver a disfrutar de la amistad y los buenos momentos que todos ellos me habían brindado que incluso llegué a hacer mi propia película de despedida, cosa que ya sabes ya que tú misma eras una de las guest stars que aparecieron en ella. 

¿Por qué te cuento todo esto? Pues para que veas que es normal sentirse abrumado ante un cambio de vida tan radical. Solía pensar que lo más difícil sería la despedida pero en realidad me di cuenta de que lo difícil realmente es la llegada. Adaptarte a tu nuevo entorno. Yo tuve suerte en contar con la hospitalidad de @Joselitiko, con @elreyhamuerto vía whatsapp las 24h y en conocer enseguida muchos más españoles que ahora forman mi grupo de amigos (aunque me hago cargo de que rodearme de españoles tampoco es lo ideal a la hora de aprender un idioma extranjero). Aún con todo, recuerdo que lo que más me deprimía era la dinámica de la ciudad. Por un lado Londres es una ciudad increíble, llena de cosas que hacer y de miles de tiendas y locales interesantes. Pero el clima rara vez acompaña y eso sumado a que en invierno anochecía a las cuatro de la tarde... pues depresión total.


Así que mi consejo es que al principio vayas con calma, tómate el tiempo que necesites para adaptarte. Todos los planes guays que tienes de miles de cosas que hacer, miles de sitios que descubrir y miles de dolares que gastar siempre tendrás tiempo de llevarlos a cabo una vez te hayas convertido en toda una estadounidense de pro.

Sin ir más lejos yo ayer descubrí el que desde ya es mi club bar favorito ever de todo Londres, el 2 Brewers. Buena música, buen ambiente y sobre todo unos Drag Shows MARAVILLOSOS!!!! Para muestra un botón:
Maléfica se salió del plano.
Ahora, disfruta de la última semana que te queda en España y get ready para el gran cambio que vivirás en adelante.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Las casualidades y los nervios

¡Qué ilusión que este blog arranque exactamente el día de mi cumpleaños! La verdad es que ayer me han pasado un montón de cosas de esas que Iker Jiménez calificaría como serendipia, un montón de casualidades juntas, y además, casualidades que creo que me traerán cosas buenas. Ya te iré contando. 

Como sabes, ayer fue mi cumpleaños. Fue un día duro, y largo, la verdad, pero me encantó. Me desperté con una resaca horrible horrible porque la noche anterior se me fue un poco de las manos la party hard y ya desde primera hora de la mañana empecé a recibir felicitaciones y familiares en casa, que nos reunimos ayer unos cuantos por aquello de que así aprovechaban también para despedirse de mí.

Y no sé si porque ahora ya tengo un año más de experiencia o porque en mi mente algo ha cambiado y ahora miro la vida pasar con ojos de veintiseisañera, pero hoy ya me he despertado con una sensación que ayer no tenía, que es la de "me voy, de verdad, me voy". Y han empezado los nervios. Ahora tengo la sensación de que ya no me da tiempo a hacer muchas cosas, que ya no voy a volver a hacer otras tantas y además me encuentro un poquito acojonada. Yo. Sola. En Nueva York. Me cago encima.

Al menos sé que estaré sola en Nueva York pero con unos buenos billes, porque hoy también, en forma de señal o nuevamente serendipia, el día que empieza mi nuevo año de vida, he recibido, por fin, los dólares que me acompañarán en mis primeros quince días en el país que vio nacer a Divine. 500 dólares ni más ni menos, que ahora me parecen una millonada pero que seguro que me los gasto en un abrir y cerrar de ojos, porque conociéndome me va a apetecer comprarme TODO. 


Encima, como ayer también recibí numerosas propinas de familiares porque, aunque hice una lista con cosas que necesitaba por si algún familiar llamaba a mi madre para ver qué podían regalarme que me fuera útil en mi viaje, ninguno se interesó por mis necesidades y al final todos recurrieron a la sencilla tarea de soltar billes, y oye, bille a bille he amasado una pequeña fortuna, pero ya he empezado a gastármela.

Como regalo de cumpleaños hace apenas una hora he adquirido ya mi entrada para el musical de Mary Poppins en Broadway. El 13 de Octubre a las 2 p.m. hora de Nueva York, estaré sentada en el Mid Mezzanine (donde se sientan los de clase media, vamos, que ni son las entradas más caras, a 150 dólares, ni las más baratas, a 57) preparada para ver el musical de mi película favorita cuando era pequeña. No sé si te lo habré contado alguna vez, pero no es una exageración si digo que durante mi infancia vi más de cien veces esta película. Y mira tú por dónde, cómo es la vida, y cómo son, nuevamente, las casualidades, que me voy a ver a la niñera más famosa del cine, siendo yo, también, parte del gremio.

Total, que estoy histérica. Que me quiero ir ya a Nueva York y empezar a flipar con tantas cosas que ya conozco gracias al cine y a las series, y ser catalogada desde el primer día como la española friki, pero al mismo tiempo me da un pánico terrible enfrentarme a esta experiencia, ya que nunca había estado tanto tiempo fuera ni tan lejos de casa. Supongo que en eso de empezar una vida nueva en un sitio desconocido y lejos de tu país tú podrías darme algún consejo.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Prólogo

Tengo el placer de ser el encargado de escribir la entrada inaugural de este nuestro blog. 
Pido disculpas de antemano por la falta de lucidez, anoche se celebró el 7º Aniversario de la fiesta londinense Pelucas y Tacones, cita bimensual indispensable para toda marica española exiliada como yo, y no se puede decir que ahora mismo esté en mi mejor momento. 

'Tú a Londres y Yo a Nueva Jersey', creo que el título es bastante clarificador por sí solo pero, por si acaso hay algún despistado entre nuestros futuros lectores, haré las presentaciones: 

Erase una vez dos amigos que vivieron toda su vida en la misma ciudad (Zamora, la bien cercada), incluso fueron juntos al mismo colegio de monjas pero que nunca se dirigieron la palabra el uno a la otra y viceversa.
No fue hasta que el destino los llevó fuera de su ciudad natal cuando estos dos individuos comenzaron a interactuar entre ellos. Se podría decir que su afición por el séptimo arte los acabó por unir en una amistad sin precedentes. Ellos eran Bea (a.k.a. @perradesatan) y Alberto (a.k.a. @BertOff).


De repente, una crisis mundial estalló en todo el mundo y muchos españolitos se vieron obligados a emular a sus antepasados y emigrar en busca de un futuro mejor. Eso llevó a las mejores amigas 4evah a tener que separarse con diferentes destinos...
A pesar de que la aventura de Bea aún no ha comenzado, la mía lleva ya 8 intensos meses en marcha desde Londres. 

Sin más dilación queda inaugurada esta bitácora de viaje que nos mantendrá unidos pese a la distancia y el océano que nos separará. 
Me despido ya, no sin antes: 


¡¡FELICIDADES PERRA!!!