sábado, 27 de octubre de 2012

Para hacer bien el amor hay que ir al sur de España, porque lo que es a EEUU no

¡Vaya disgustazo, Alberto! Ya me he hecho a la idea de que no me voy a comer un rosco en todo el tiempo que pase en este país, porque es que aquí es muy difícil ligar. Ya sabes que yo he venido aquí a enamorar a un rico que me mantenga y yo me pueda dedicar al arte, y claro, yo pensaba para mí: ¿cómo puedo conocer al hombre de mi vida aquí? Primeramente, lo puedo conocer por casualidad. Tropezamos en una esquina de la quinta avenida, me tiró su bebida energética encima mientras corría por Central Park, nuestras miradas se cruzaron en un Barnes & Noble y nos sonreímos... Pero a veces al amor hay que provocarlo un poco, y contaba con que en cuanto empezara a salir de fiesta tendría que volverme más simpática que nunca y empezar a engañar americanos.

El fin de semana pasado salí de fiesta aquí por primera vez. Te comento las posibilidades que tengo por ahora. Como no conozco todavía gente que me invite a sus fiestas en las azoteas de Nueva York, o universitarios que me inviten a sus fiestas de fraternidad (eso ocurrirá a partir de Enero), mis posibilidades se reducen a: 1) el pub del pueblo 2) bares en Nueva York 3) clubs en Nueva York.

El viernes pasado probamos el pub del pueblo. Qué quieres que te diga, a mí me encantó. Es rollo el bar de Cómo conocí a vuestra madre. Te sientas en una mesa con tus amigos, pides mucha cervezaca, escuchas buena música, y hablas. Hay otros grupos de jóvenes que están haciendo lo mismo, pero es IMPOSIBLE interactuar. Cada uno va a su rollo y no se preocupa por los demás. Tampoco va muy borracha la gente, quizás eso influye. En este pub (al que por cierto, voy a volver en una hora) el finde pasado había unos chicos monísimos, pero claro, a ver cómo le entra una.

El sábado pasado, para variar, nos fuimos a un bar en Nueva York. Una chica nos propuso uno que tenía música en vivo y tuve que decir que SÍ POR FAVOR. Había que pagar la entrada, aunque luego dentro la cerveza no era tan cara (aquí de copas ni hablamos). El bar molaba bastante y estaba lleno lleno de gente joven de rollo alternativo. Además, en la parte del fondo había billares, futbolines, mesas de ping pong... bueno, que estaba muy bien el bar. PERO LO MISMO. Cada grupo de personas iba a su rollo y no interactuaba absolutamente con nadie. A excepción de un tío que sudaba alcohol que se nos sentó y nos propuso jugar un billar, a lo cual, por supuesto, contestamos "no gracias". 


Luego están los clubs. Los clubs aún no los he probado pero me dan una pereza máxima. Para empezar, la entrada es bastante cara, aunque a veces si le caes bien a algún promotor, y por la cosa de ser un grupo de chicas monas, te dejan pasar gratis. Eso sí, para poder entrar es OBLIGATORIO llevar vestido o falda corta y taconazos. O sea, lo que más me va a mí. Habrá que ir algún día a algún club, por supuesto, pero la verdad es que no es algo que me llame la atención y tampoco pienso que pueda yo encontrar ahí dentro nada mejor que alguien rollo Cristiano Ronaldo, que por cierto, para mí, es puta mierda. Es decir, sitios donde el mejor tío es puta mierda. Genial.

Total, que un drama. Pero no me doy por vencida porque esto es ENORME. Tiene que haber algo que me vaya a mí, SEGURO. Por cierto que el bar al que fuimos en Manhattan estaba en la calle gayer por excelencia de la ciudad, y menudas travelas negras que nos encontramos. Enormes, negras y travelas. Marvelous.

viernes, 19 de octubre de 2012

We're not in Kansas anymore...

Leyéndote, me da la sensación de que con mi anterior post abrí un poco la caja de los truenos. 
Ya cuando lo estaba redactando, sentía que no era ese el tono que en un principio habíamos pensado para este nuestro blog. Pero Antonio me hizo comprender que es mejor ser realista que optimista/pesimista y ahora mismo esta es nuestra realidad.

Siempre me he preguntado por qué Dorothy, en The Wizard of Oz, se empeñaba más y más en regresar a esa Kansas en tonos sepias teniendo la oportunidad de quedarse a vivir para siempre en el colorido mundo de Oz, con todos los maravillosos nuevos amigos que había ido conociendo a lo largo de su aventura. La respuesta es bastante obvia, echaba de menos a su familia, su hogar. Y eso está muy bien. Se podría decir que ambos tenemos un poco el síndrome Dorothy (aunque me atrevería a decir que tú un poco más que yo). 
Pero Bea, no tenemos que olvidar que Dorothy era una simple niña que por supuesto aún tenía que crecer y aprender de los adultos que la rodeaban. 
Nosotros, nos pese lo que nos pese, ya somos adultos. Ya no podemos estar dependiendo de nuestros padres. Tenemos que empezar a depender de nosotros mismos. Madrid nos sirvió de ensayo (¡¡qué tiempos aquellos!!) y no tiene que ser diferente ahora estando cada uno en una parte del mundo. Tenemos que encontrar nuestro propio hogar. El que conocíamos hasta ahora ha sido el que nuestros padres han construido para ellos y al que, por supuesto, siempre seremos bienvenidos.

Ayer, jueves, era noche Porn Idol en Heaven. El Porn Idol es una evento maravilloso en el que 9 personas anónimos (casi siempre todos maricas) se suben al escenario y se desnudan para luego ser juzgados por el jurado y el público. 
A lo que iba, que ayer fue una chica la que se alzó con el premio (100 libracas). Ella era pa' verla, así como un poco friki ella, con el pelo teñido de rojo pasión, gafas de pasta, tez pálida, seguro que incluso fan de Tim Burton. Por supuesto yo me dejé las manos aplaudiendo su actuación. Pero lo que más me fascinó fue cuando, al acompañar a mi amigo Alex a fumar fuera, la veo abrazada a dos chicos que se están besando el uno al otro pero cual es mi sorpresa cuando, de repente, ¡¡ella también empieza a meter morro!! No pude por menos de hacerle una reverencia. Ya al volver a entrar al local mi amigo Alex, que es de Salamanca, me espetó, ¡¡Estamos nosotros como para volver a Zamora o Salamanca!!, y creo que no puede estar más acertado.

Creo que tanto tú como yo, hoy en día, estamos donde tenemos que estar. No podemos dejar pasar esta oportunidad añorando el estilo de vida acomodado que teníamos antes sino que tenemos que empezar a sacarnos las castañas del fuego. Por supuesto se nos permite estar de bajón de vez en cuando y echar de menos lo justo y necesario. Pero no se te olvide, mi querida amiga, que ha llegado nuestro momento de volar del nido. Puede que ya no estemos en Kansas anymore... pero es que tampoco somos unos niños anymore...

miércoles, 17 de octubre de 2012

España sí, España no, España me gusta me la como yo

Hay que ver, Alberto. Te leo y no sé qué pensar. Igual que me lleva pasando todos estos días desde que estoy aquí. Que no sé qué pensar. Me explico un poco mejor: desde que llegué aquí he tenido bastante suerte en todos los aspectos. Aunque al principio me llevé un poco de impresión viendo que mi vida no iba a ser tan maravillosa como pensaba, y que había que trabajar de verdad y que yo no era Mary Poppins ni lo tenía todo tan fácil ni podía resolver los problemas con un poco de azúcar y esa píldora que os dan, ahora que ya llevo aquí tres semanas puedo hacer un balance y ese balance es positivo: me gusta mi familia, me tratan bien, y vivo ¡tan cerca de Manhattan! es un privilegio poder ir todos los fines de semana.

Pero por otra parte, me paro a pensar y me doy cuenta de que ¡¡¡solo llevo aquí tres semanas!!! y en el fondo de mi corazón me encantaría estar en mi casa. La vida en España eran tan fácil... pero creo que ese es un pensamiento que refleja lo comodona que siempre he sido. Me gustaba mi vida en España, pero, ¿era la vida que quería? No. Claro que no. Yo no quiero vivir con mis padres y tener que estar encerrada en Zamora. 

Debería estar alegre porque tengo un trabajo que está bien pagado, porque estoy conociendo gente nueva, un país nuevo, y sobre todo, un idioma (con el idioma sí que estoy contenta, noto la mejora día tras día), pero de verdad que no hay día que no me diga a mí misma "¡Qué a gusto estaría yo en mi casa!". Es un pensamiento que quiero eliminar cuanto antes, pero no puedo por menos de sentirlo. ¡Cuánto me gusta España, incluso cuando está hecha mierda! Y claro, tampoco puedo dejar de pensar que todavía me queda un año (menos tres semanas) entero aquí. 

Y al final todos mis días son una lucha en mi interior: la parte de mí que estaba tan a gustito en casa, que echa de menos muchísimo a su familia y a su perro, contra la parte de mí que se dice "qué afortunada soy por poder hacer lo que estoy haciendo". Y a todo esto tenemos que sumarle que hoy me ha venido la regla.


Así que me voy a encomendar a la virgen del Escorial para que me dé ánimo y ganas para aprovechar esta experiencia a tope, porque no quiero pasar cada día aquí pensando en qué estaría yo haciendo en Zamora ahora. ¿Qué iba a estar haciendo? ¡Nada!

viernes, 12 de octubre de 2012

Suspiros de España

Ya puedes guardar tus instintos homicidas para otro momento que por fin he encontrado un ratejo con conexión a internet para poder escribir por aquí.
Han sido unas semanas muy ajetreadas; primero con la visita de mi hermana la semana pasada y luego entre ir a clases de inglés y demás, ni un momento he podido encontrar para nosotros. No he tenido ni tiempo de leer tus aventuras en Manhattan ni demás historias que ya has ido contando en tu blog personal

Tenía millones de cosas que, a lo largo de estas semanas he querido contarte, pero el paso del tiempo ha hecho que esas cosas se fueran diluyendo en mi cabeza. Sin embargo no puedo dejar pasar por alto el día de "presunta fiesta" que se supone hoy para todos los españoles de bien. No voy a entrar a debatir sobre esos temas, más que nada porque se escapan de mi entendimiento. Siempre he sido una persona bastante desarraigada en cuanto a mis orígenes. Sinceramente no veo cual es la gracia de sentirse orgullo por haber nacido en un determinado lugar/país/ciudad/wherever... cuando es algo completamente azaroso que se escapa a nuestro control como seres humanos. Y además, ¿¿cómo puedo sentirme orgulloso de ser español cuando me he visto obligado a emigrar de España debido a la incompetencia de todos y cada uno de sus dirigentes, la mayoría más preocupados en "españolizar" que en realmente sacar al país de una crisis que se hace cada vez más y más fuerte??

De verdad, siento haberme puesto de este rollo aquí, pero realmente es algo que me fastidia. No sé cuando volveré a ver a mi novio ni tampoco cuando volveré a verte a ti y solo de pensarlo me entra una rabia increíble que consigo calmar al darme cuenta que todo lo que estamos viviendo nos hace crecer como personas.