miércoles, 27 de febrero de 2013

Vacaciones y recapacitaciones

¡Vaya vacaciones hemos pasado la señora Begoña y yo perdidas por Nueva York! Perdidas en el sentido más metafórico del término, porque a esta ciudad la tengo yo controladísima, y quitando lo desorientada que salgo algunas veces del metro, que no sé dónde está el parriba y dónde está el pabajo, tengo a Manhattan totalmente dominada. 

La cosa es que tenía muchas ganas de vacaciones, primero, porque unas vacaciones siempre vienen bien y dejarme de niños una temporada siempre apetece, y segundo porque desde que he llegado a Nueva York he echado tantos de menos a mi madre...


Fíjate que nunca he sido yo muy de mamitis, pero claro, cuando una cruza el charco le cambia todo... o eso creía. Porque verás, resulta que estas vacaciones me han servido para muchas cosas con las que no contaba y me han dejado de servir para otras para lo que las quería. Por ejemplo, quería descansar, y de descansar nada, que no hemos parado. Pero también quería mucha mamá, y mira, a los tres días estaba de mamá hasta el ojete ya.

Y eso me hizo pensar en lo que ya me temía. Me temía que tenía muchas muchas ganas de Zamora pero tenía la sensación de que si volvía, a los tres días iba a estar diciendo "ay qué coñazo, chica, sacadme de aquí cuanto antes", así que claro, por fin he tenido que entender que no puedo volver a España bajo ninguna circunstancia, al menos a corto plazo, a no ser que sea para vacaciones o visita de "mira qué bien me sienta EEUU, ahí te quedas tú con tu bolsa de pipas que yo me vuelvo a Central Park". Antes me dolía pensar en que no debía volver a España, pero creo que ahora ya por fin lo he entendido. (Después de que miles de personas me gritasen NO VUELVAS!!!!, eso también).

Esto de coger la maleta y asentarme a 6.000km de mi casa me ha hecho cambiar mucho mucho y ya no soportaría Zamora por más de tres días (diez si son Semana Santa). Ahora, como te digo una co, te digo la o. Todavía no he conseguido que me guste Nueva York. Esto está bien, pero ya está. Y cuántos me estarán llamando boba, pero te lo digo como lo siento. No obstante, tengo esperanzas en mí. A lo mejor en dos meses te vengo y te digo Yo corazón NY.

Por cierto, mira qué maravilla de cuadro.
Un poco caro, pero bueno, para un capricho.

1 comentario:

Bertoff dijo...

O a lo mejor en dos meses me vienes y me lo dices en persona!! :P